Se tratan 2,5 g de wolframita finamente pulverizada con 25 mL de ácido clorhídrico concentrado, y se calienta a ebullición durante 30 min, transcurridos los cuales se añaden 15 mL de ácido nítrico concentrado y se evapora hasta unos 10 mL y se diluye con 100 mL de agua.
Se decanta el precipitado y se lava con pequeñas porciones de ácido clorhídrico al 3%. Posteriormente se añaden 6 mL de amoníaco concentrado, se hierve, se filtra con succión y se lava el precipitado con una disolución caliente de amoníaco al 5%.
El filtrado junto con los lavados, se concentra hasta cristalización, se filtran los cristales y se pasan a un crisol donde se calcinan. El producto calcinado se mezcla con tres partes en peso de zinc y se calienta al rojo en un crisol.
Una vez completada la reacción, se deja enfriar, y el residuo obtenido se hierve con ácido clorhídrico diluido, luego dos veces con agua, y finalmente con 5 mL de etanol y se deja secar al aire.